Aquí te voy a hablar de lo que supone el cambio del colegio a la universidad, de lo mierda que es el instituto y de mi experiencia, si necesitas un poco de comprobación de que las cosas cambian y de que la uni te va dar lo que viene siendo la vida, pues sigue leyendo querida.
Llevo queriendo dejar el colegio pues desde 4ºESO más o menos, y este sentimiento iba aumentando y aumentando cada vez con más intensidad, estaba ya hasta los mismísimos ******* de estar toda mi vida, literalmente, toda mi vida, en el mismo colegio, rodeada del mismo tipo de gente y con el mismo ambiente. En un colegio con 40 personas por curso, mucha variedad, pues no hay, y claro, al ser un colegio privado, en una de las zonas más caras de la capital del país, la cosa pues tampoco ayudaba, me explico, que estaba metida en una burbuja de cristal desde la cual podía ver (más o menos) la gran cantidad de oportunidades que te ofrece el mundo, pero de la cual veía imposible salir. Debía de haber roto yo esa burbuja antes y salir a comerme el mundo, pero eso es mucho más fácil decirlo que hacerlo, cuando uno es adolescente pues no sabe muy bien que se quiere hacer con su vida, tu propia identidad no la tienes clara y el bajo autoestima te está dando puñaladas traperas a diario. Yo era consciente de todo ello, y por eso estaba deseando llegar a la universidad, un sitio donde el chute de independencia, de interés, de conocimientos, de fiesta y de vida es brutal. Estoy muy a gusto, yo curso derecho y políticas y me flipa mi carrera, la verdad es que a poca gente no le gustaría este grado, la gente es de lo más vario pinta, hay gente de ciencias puras, de sociales o de humanidades, pero hay un vínculo entre la mayoría de nosotros muy grande, y es el interés por mejorar la sociedad y la vida de las personas. Eso es algo muy grande, muy muy grande, dime tú, lo interesante que es poder mantener conversaciones que van más allá de la camiseta tan fea que lleva Menganito o si Fulanito me ha dejado de seguir en Instagram. Estar rodeada de gente que se mueve, gente que se mueve literalmente, que se pasa las 12 horas diarias en la universidad, movilizándose, creando asociaciones, hablando de política, jugando al mus en la facultad de derecho, tomando unas cervezas con gente que acabas de conocer en la cafetería y que al final se te eche el tiempo encima, poder escuchar rayadas mentales en clase sobre el sistema judicial de este país y que te estés comiendo la cabeza durante todo el día para entender como funciona algo mucho más grande que tú, y que toda la gente que conoces, algo tan grande como la sociedad y la justicia, en fin, impresiona.
Pero yo no he venido a hablaros de todo lo bueno que tiene la universidad, llevo solo tres semanas, por eso lo veo todo color de rosas, ya os colgaré algún post con toda la mierda que seguro que encuentro, porque yo, vamos, encuentro defectos allá donde voy, soy así, una pena... De lo que vengo a hablaros es de que esta vida hay que exprimirla al máximo, no nos podemos quedar acurrucados en nuestra cama con las mantas encima de la cabeza para no tener frío nunca, para no ver las tragedias, para no ver el daño potencial que puede estar dirigiéndose hacia nosotros como una bala que te revienta la cabeza, porque querida/o mío, ESO NO VA A PASAR. Claro que hay gente que mira mal, gente que se cree el mismísimo amo del universo pero créeme que hay muchísima gente como tú que está deseando comerse el mundo, de llegar a casa, meterse en la cama y decir, menudo día (y así uno tras otro). Así que MUEVE EL CULO, cultivarse a uno mismo es lo mejor que se puede hacer, de verdad, conocer gente nueva y diferente, ir a conferencias de todo tipo, preguntad, investigad, estudiad, conoced, enseñad... Si te encuentras angustiada porque no encuentras tu ambiente, tu sitio, abre la mente, estate abierta a todo lo que te rodea. Sal a la calle.
Y si estás aun en el colegio, créeme que en la universidad (pública, en general), todo cambia si a tí te da la gana. Sí, el colegio es una puta mierda, pero relax and chill, que solo son unos años de los que te olvidarás en menos que canta un gallo.
A. MorenoF
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