Entradas

Mensaje a mi septiembre de 2017

Empecé este mes de la mejor manera que se me ocurre, en el sitio más pacífico, más alejado de la vida artificial y tortuosa, en Ibiza. Ibiza en septiembre, que puta gozada. Preparándome para lo que se me venía encima, mi primer año de universidad. Empiezo esta nueva vida, conozco a gente buena, sana, nueva. Me lleno de conocimiento y comienzo un nuevo aprendizaje, me uno a una asociación de estudiantes, empiezo a escribir mi historia de verdad, ya voy yo preparándome mi propio camino, arranco las zarzas que quiero de mi jardín (metáfora de mi misma), y planto las rosas y margaritas que quiero. Me escribo, me pinto y me tinto. Retomo la lectura con La Reina del Sur. La sociedad silenciosa de Cataluña y del resto se moviliza, unimos fuerzas, la política empieza a estar en boca de todos, intentando mejorar la sociedad española tan manida por los años y la dejadez. En este mes he vivido muchas sensaciones, miedo, temor, emoción, alegría, esperanza, tristeza, desesperación. En definitiv

La universidad queridos, la universidad...

Imagen
Aquí te voy a hablar de lo que supone el cambio del colegio a la universidad, de lo mierda que es el instituto y de mi experiencia, si necesitas un poco de comprobación de que las cosas cambian y de que la uni te va dar lo que viene siendo la vida, pues sigue leyendo querida. Llevo queriendo dejar el colegio pues desde 4ºESO más o menos, y este sentimiento iba aumentando y aumentando cada vez con más intensidad, estaba ya hasta los mismísimos ******* de estar toda mi vida, literalmente, toda mi vida, en el mismo colegio, rodeada del mismo tipo de gente y con el mismo ambiente. En un colegio con 40 personas por curso, mucha variedad, pues no hay, y claro, al ser un colegio privado, en una de las zonas más caras de la capital del país, la cosa pues tampoco ayudaba, me explico, que estaba metida en una burbuja de cristal desde la cual podía ver (más o menos) la gran cantidad de oportunidades que te ofrece el mundo, pero de la cual veía imposible salir. Debía de haber roto yo esa burbu